Por Javier Llamoza
Ningún país está libre de ser expuestos a productos sanitarios defectuosos con reacciones adversas graves. Por tanto, la autoridad de salud debe asegurar que los sistemas de contingencia como la trazabilidad y retiro de un producto farmacéutico del mercado, funcione rápida y efectivamente. Lamentablemente, los hechos vividos en estas semanas con el suero mortal, dan cuenta de un sistema ineficaz en toda la cadena de suministro. Aún existen cantidades de frascos de este suero peligroso que pone en peligro la salud y la vida.
La responsabilidad de verificar la operación de procedimientos de contingencia en toda la cadena de suministro esta segmentada entre la DIGEMID, las DIRIS y los gobiernos regionales. El Ministerio de Salud, como órgano rector y una vez más, expone su debilidad en el sistema.
No hemos aprendido nada de la pandemia del COVID-19. No hemos generado la capacidad para responder a crisis sanitarias. Por ejemplo, afrontar desabastecimientos por brotes que exceden el consumo estimado de medicamentos.
El desabastecimiento de cloruro de sodio en los establecimiento de salud por suspensión del registro sanitario al fabricante del suero defectuoso, es una crisis con características parecidas. Sin embargo, la actuación del Ministerio de Salud, sin un plan para hacer frente a una decisión de seguridad sanitaria como es la suspensión del registro sanitario, ha llevado a la población a profundizar una crisis sanitaria y social. Sanitaria porque las regiones deben arreglárselas individualmente para conseguir cloruro de sodio de otras marcas; y social, porque hay una masiva desconfianza en prescriptores y pacientes sobre el sistema de salud y los medicamentos que circulan en el mercado.
Estamos a la espera de una reacción que nos lleve a superar esta crisis. Se sabe que la cantidad de cloruro de sodio de otras marcas, no son suficientes para cubrir la brecha, por lo que deberá recurrirse al mercado internacional de manera urgente.
Es importante recuperar la confianza en las instituciones de salud y en los medicamentos, ser transparentes y tener la solvencia técnica para explicar las medidas a tomarse para acceder a medicamentos seguros y de calidad, al mismo tiempo que se ejecuten sistemas confiables de contingencia que no ponga a ningún peruano al riesgo. Vamos más allá de las correspondientes renuncias de los responsables de esta crisis. Tenemos que fortalecer la autoridad nacional de salud; no hacerlo es perpetuar una situación de crisis sanitarias.