Organizaciones de la sociedad civil de muchos países alrededor del mundo exigen a Gilead, compañía farmacéutica estadounidense, a no usar su patente del remdesivir , y hacerlo asequible, accesible y de rápida disponibilidad, una vez que se pruebe su efectividad frente al COVID-19. El remdesivir viene siendo objeto de pruebas clínicas en Estados Unidos y otras partes del mundo y hasta ahora los efectos positivos encontrados frente al COVID-19 son sólo anecdóticos. Pero se considera la “más prometedora” herramienta para controlar la pandemia, tomando en cuenta que una vacuna estará disponible todavía en el 2021.
Dichas organizaciones están preocupadas ante la posibilidad que Gilead utilice la patente del medicamento en 70 países por lo que sólo se podría producir genéricos en el 2031. Afirman que “es inaceptable que se deje el remdesivir bajo el control exclusivo de la compañía, teniendo en cuenta que el medicamento ha sido desarrollado con fondos públicos considerables tanto en las primeras etapas de investigación como en las pruebas clínicas”. Exigen a la compañía que “reconozca plenamente las potenciales consecuencias y sus dimensiones de perseguir derechos exclusivos que no permitiría la producción a escala y suministro asequible del remdesivir durante esta pandemia”. Demandan a la compañía tomar las siguientes acciones:
· “Declarar que en ningún país del mundo, Gilead ejercerá ni reclamará derechos exclusivos de patentes, sobre pruebas clínicas u otros tipos de exclusividad” .
· “Poner a disposición pública toda la data, muestras de productos , know–how, necesarios para la fabricación de productos genéricos”
· “Mejorar la transparencia revelando su capacidad de fabricación y suministros existentes y permitir una independiente y apropiada gobernanza para asignar los tratamientos de acuerdo a las necesidades médicas.