En todo el mundo las autoridades sanitarias están preocupados por el alto costo que tienen los tratamientos oncológicos, debido a los precios impuestos por las grandes compañías farmacéuticas. Todo explotó con el sofosbuvir, medicamento para la Hepatitis C, enfermedad que puede producir un tipo de cáncer. Gilead, inventora del medicamento lo puso en el mercado estadounidense en 84 mil dólares el tratamiento completo. Sin embargo se tiene conocimiento de que se puede conseguir el mismo tratamiento a 200 dólares. El caso del imatinib, para pacientes con leucemia, es igualmente ilustrativo. El “medicamento tiene un costo de producción entre 128 y 216 dólares. Sin embargo, Norvatis lo comercializa en Estados Unidos bajo el nombre de Gleevec a 108.000 dólares”. Son incontables los ejemplos en que se muestra que los precios no guardan relación con los costos de producción y responden más bien a las expectativas de utilidades de los fabricantes, particularmente cuando están en situación de monopolio, con frecuencia mediado por una o más patentes. Es un escándalo cómo las farmacéuticas suben los precios de los medicamentos por lo que los gobiernos y organismos internacionales con competencias y mandatos en salud busquen una forma para que los medicamentos que ahora son caros, puedan estar disponibles a precios convenientes para quienes lo necesitan.
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La burbuja del precio de los medicamentos para el cáncer
El Diario en colaboración con NO ES SANO.