La resistencia antimicrobiana es una crisis de salud global que convierte infecciones tratables en amenazas letales. Se proyecta que podría causar 39 millones de muertes en los próximos 25 años. Esta crisis afecta desproporcionadamente a las comunidades vulnerables y requiere un enfoque global basado en «Una Sola Salud» para proteger la salud humana, animal y ambiental.